Paula Perassi desapareció en septiembre del 2011 en la ciudad de San Lorenzo. Si bien el caso sigue abierto y hay varios imputados, aún no se conoce el paradero de la joven por lo que el padre solicitó un habeas corpus en los Tribunales Federales de Rosario.
“Es un derecho constitucional”, argumentó Ruiz. “Paula no aparece y es obligación del estado que aparezca. Como el estado provincial no puede asegurar ese derecho constitucional de que una persona pueda llegar hasta un juez, Alberto Perassi decidió llevar esto a la justicia federal”
Comparó el caso con el de Luciano Arruga, que tardó cinco años por toda la manipulación de la investigación, donde también se presentó un habeas corpus por parte del CELS que permitió dar al menos con el cadácer del joven. “Acá el padre de Paula quiere lo mismo, dar con la persona de Paula viva o muerta, terrible lo que digo pero imaginemos a una persona que desde hace tres años no ve a su hija”.
"Paula no aparece desde hace tres años y dos meses. No tenemos novedades desde el estado provincial. Hay un voluntarismo de algunos funcionarios pero muy pocos. Estamos solos, muy solos- Son cuatro o cinco personas dando voluntarismo. Son cinco contra todo un un estado que trata de encubrir” afirmó el abogado.
“La desaparición de Paula, comienza como una situación sentimental y pasional. En un momento dado, llevó a que uno de los principales imputados esté dentro de lo que es la recaudación ilegal que tienen las cajas policiales, conocidas como cajas negras. Encubriendo las cajas negras llegó todo lo demás. Acá estamos hablando de abortos clandestinos. Todo eso está encubierto por toda una estructura policíal que fue denunciada varias veces pero no hay una voluntad política de seguir adelante”, remarcó Ruíz. Además, agregó que cuando se comienzan a esclarecer cosas se pone en situaciones peligrosas a organismos del estado. “Es muy fácil echarle la culpa a la policía, la policía es el fusible para no asumir la responsabilidad política ineficiente desde hace muchos años” argumentó.
Finalmente dio a conocer tres manipulaciones irregulares que se hicieron para no esclarecer el caso. Por ejemplo, ella había recibido un llamado telefónico desde un telecentro que la policía fue a registrar 10 días después de la desaparición, cuando ya había sido borrado.
Otro punto de las pruebas perdidas fue una grabación de los autores o encubridores que también se perdieron.
Si no fuera por el doctor Trota, que pudo salvar grabaciones, que se hacían llamados para la causa tratando de dar pistas falsas.
“El mensaje que se está dando es que es preferible no colaborar con la justicia. Considero que hoy, la justicia provincial, salvo tres o cuatro, no está haciendo su parte. No damos con Paula. No puede haber un desaparecido en democracia” dijo Ruiz.